Las cortinas son una parte indispensable de la decoración del hogar. No sólo pueden crear una atmósfera cálida y confortable, sino que también funcionan como parasol, preservación del calor y aislamiento acústico. Sin embargo, dado que las cortinas deben abrirse y cerrarse con frecuencia, se imponen mayores requisitos a la resistencia al desgaste del tejido. Si la resistencia al desgaste de la tela no es buena, fácilmente ocurrirán problemas como el desgaste, lo que no solo afectará la belleza de las cortinas, sino que también acortará su vida útil.
Para satisfacer las necesidades de resistencia al desgaste, las telas para cortinas de uso común incluyen fibras naturales y fibras químicas. En cuanto a fibras naturales, el algodón, el lino y la seda son las opciones más habituales. La fibra de algodón tiene buena higroscopicidad y transpirabilidad, tacto suave y confortable y es asequible. Es un material ideal para la confección de cortinas. Sin embargo, la resistencia al desgaste de las telas de algodón puro es relativamente pobre, por lo que generalmente se usan telas de algodón de alto número y densidad o mezcladas con otras fibras para mejorar la resistencia al desgaste. La fibra de cáñamo es conocida por su dureza y resistencia al desgaste. Las cortinas de cáñamo no sólo son duraderas, sino que también tienen una textura natural única. Aunque la seda es suave y brillante, tiene poca resistencia al desgaste y generalmente solo se usa para cortinas decorativas o se mezcla con otras fibras.
En términos de fibras químicas, la fibra de poliéster es la primera opción para fabricar cortinas resistentes al desgaste. La fibra de poliéster tiene una excelente resistencia y resistencia al desgaste, y no es propensa a desgastarse incluso después de tirones y fricciones prolongadas. Además, la fibra de poliéster también tiene buena resistencia a la luz y a las manchas, y es fácil de limpiar y mantener. Sin embargo, los tejidos de poliéster puro tienen poca transpirabilidad y absorción de humedad, por lo que a menudo se mezclan con fibras naturales para lograr resistencia al desgaste y comodidad.
Además de la resistencia al desgaste del propio tejido, el proceso de fabricación de las cortinas también tiene un cierto impacto en su resistencia al desgaste. Por ejemplo, medidas como adoptar una estructura textil densa y reforzar los bordes y las lengüetas pueden mejorar la resistencia al desgaste de las cortinas. Además, una limpieza y un mantenimiento adecuados también pueden ayudar a prolongar la vida útil de las cortinas.
Elegir la tela resistente adecuada es clave para fabricar cortinas de calidad. Las fibras naturales como el algodón, el lino y la seda, así como las fibras químicas como la fibra de poliéster, son buenas opciones. La clave radica en una correspondencia y un procesamiento razonables de acuerdo con las necesidades reales. Solo con una buena resistencia al desgaste las cortinas pueden resistir tirones y fricciones a largo plazo, agregando calidez y sabor al ambiente del hogar.
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